26 Diciembre 2018

Mensaje de Navidad Mons. Jesús José Herrera Quiñonez Obispo de Nuevo Casas Grandes

Familias y amigos todos de la Diócesis de Nuevo Casas Grandes. Hay cosas que solo la gente de vida sencilla sabe captar. Verdades que sólo el pueblo es capaz intuir. Alegrías que sólo los pobres de corazón pueden disfrutar. Así es el nacimiento del Salvador “Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron” (Jn 1, 11). Aquel por el que el mundo fue hecho, el Verbo creador primordial entra en el mundo, pero no se le escucha y no se le acoge. Esta es la oscuridad de un corazón y un mundo cerrado.

Hoy, que es Navidad, es un día para recordar que Dios es gratuito y por eso es acogido más fácilmente por un corazón pobre y sencillo en medio de lo poco o mucho que se pueda tener. El mundo que camina cerrado en su oscuridad no lo conoce, el corazón que permanece oscurecido por sus miedos no lo disfruta.

Pero a este mundo cerrado en su oscuridad, y al corazón temeroso Dios no deja de darle señales de luz y esperanza: es un Niño envuelto en pañales, débil y frágil, con necesidad de ayuda en la pobreza. Esta es la señal. ¡Estemos seguros que con Él nace la alegría y la fiesta!.

Nuestra Navidad es la de Jesús. Él es el regalo de Dios. La Navidad es el Misterio del amor de Dios que nos habla al corazón y nos pide que le imitemos.

Que en esta navidad y siempre abramos las puertas a Jesús, encendamos la luz del corazón y que entren todos a la fiesta, incluso aquellos que estaban más lejanos, los más desatendidos y necesitados.

¡Compartan! ¡Canten! y ¡abran! las manos con generosidad, que la Navidad es la fiesta del amor gratuito!
¡Feliz Navidad a todos! Y no olviden, que, sin Jesús, no hay Navidad."
+ Mons. Jesús José Herrera Quiñonez